En la entrada anterior decía que en las mejores ocasiones a los católicos nos nacen las ganas de ayudar a los que no saben de Dios... ojalá pasara seguido, pero con tanto bombardeo anti-católico muy pocas veces nos atrevemos a invitar a los demás a seguir a Dios, seríamos tachados como unos irrespetuosos, santurrones o fanáticos... hay a quienes eso no los detiene :), ojalá yo llegue un día a ese punto.
Pero bueno, ¿ayudar a qué exactamente?
Hay algo en lo que un día caí en cuenta, no estoy seguro cómo, y no es que sea una gran revelación que nadie más sepa jeje, pero en cierta forma me sorprendí cuando lo entendí. Y es que vivir según lo que Dios quiere no sólo te asegura la vida eterna, también te trae la felicidad en la vida terrena.
[Tortuga feliz jajaja]
Por eso me gustaría también convencer a mis amigos ateos y de otras religiones a vivir según la voluntad de Dios, aún cuando no crean que existe la vida después de la muerte, ciertamente todos queremos ser felices en la vida terrena. Es un ganar-ganar en todos los sentidos, ellos son felices en la vida, hacen más felices a los que le rodean, y es más probable que ganemos el cielo, aún si no creen en ello.
Ciertamente siguiendo a Dios no ganarás el dinero que gana un narcotraficante o un político corrupto, ni tendrás un montón de chicas(os) siguiéndote por tu fama o por tu físico. Seguir a Dios será algo que costará trabajo... pero te dará lo que necesitas, te dará paz, amor, amigos, y la ayuda necesaria para la vida, bien dice el Evangelio, busca primero el reino de Dios y todo lo demás se te dará por añadidura. ¿Por qué negarse a recibir tal ayuda?
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